Pilates terapéutico: qué es y cuáles son sus beneficios

Y en un abrir y cerrar de ojos, nos plantamos de nuevo en el último viernes de mes; así que toca post de colaboradora. En este caso repetimos, pues ya pudimos leer una entrada de Elisabet Soto sobre la fisioterapia y la lactancia materna (si te lo perdiste, puedes leerlo aquí).

Hoy vuelve a este (modesto) blog para hablarnos sobre el Pilates terapéutico, que no es exactamente lo mismo que el pilates al que estamos más acostumbrados. ¿Sabes cual es la diferencia?

¡Ah! Si después de leer el post sientes la imperiosa necesidad de probar unas clase de pilates terapéutico, no dudes en ponerte en contacto con nosotras 🙂


Pilates terapéutico: ¿qué es el core?

Joseph Pilates, en los años 20 del siglo XX, llamó ‘contrología‘ al método que buscaba el control de la estática corporal desde la activación del core. Hoy apenas ha cambiado. El método Pilates ha ido ampliando la batería de ejercicios y añadiendo dispositivos en su ejecución, como aros, bandas elásticas o balones.

Simplificando, vamos a dividir los músculos del cuerpo en dos grupos: los que mueven, dinámicos, y los que sostienen, estáticos. El bíceps estaría en el primer grupo, moviliza brazo y antebrazo lograr alcanzar objetos con la mano, o llevarnos alimento a la boca. Sin embargo, el transverso del abdomen, el abdominal más profundo, mantiene estable la pelvis mientras caminamos.

El core es el eje estático principal en el cuerpo, el núcleo que transmite las fuerzas desde los brazos a las piernas (por ejemplo, estabiliza si empujo un armario), y nos da sostén en la postura.

Está formado por el sistema abdomino-lumbopélvico, en el que participan principalmente los músculos transverso del abdomen, músculos segmentarios de la columna (multídos y laminares), y el periné. Estos músculos son estáticos.

Un core activo es importante. No solo previene patologías, garantiza una función óptima en nuestras extremidades. Vamos a imaginar que necesito coser un botón. ¿Coso igual si estoy cómodamente sentada en un sillón que si estoy de pie viajando en metro? Un core inactivo significa inestabilidad, y afecta directamente a nuestras habilidades.

Sin embargo, el mayor reclamo del método es la prevención del dolor y la patología vertebral.

Nuestro cuerpo busca una función, y el cerebro busca mecanismos para compensar los “fallos” (disfunciones) que aperecen. Cuando el core no trabaja, músculos dinámicos, que tienen mayor porcentaje de fibras fásicas (consumen energía de otro modo, son fibras rápidas),“diseñados” para movernos, tienen que trabajar 24 horas al día para estabilizar. Es una compensación para mantener el sostén, y poder seguir utilizando las extremidades (tengo que coser el botón, no?).

Entran a trabajar músculos paravertebrales, trapecios, cuadrado lumbar, psoas iliaco, recto anterior del abdomen… y se sobrecargan.

No tienen capacidad para un trabajo estático y continuo. Aparecen puntos gatillo, retracciones miofasciales y neuromeníngeas, dolores y alteraciones posturales: el cuerpo compensa el déficit de estática adaptando la postura.

Estas compensaciones pueden llevarnos a multitud de afecciones que tenemos normalizadas. Dolores de cabeza, bruxismo, tendinitis de repetición, alteraciones digestivas o intestinales… incluso hernias discales.

Ciertas alteraciones posturales o déficits en el core pueden suponer alteraciones en la biomecánica respiratoria, ya que el papel del diafragma en la estática corporal es importante .

Pilates terapéutico: definición y beneficios

Podríamos definir el pilates terapéutico como aquel pilates ejercido por un profesional sanitario cualificado, generalmente un fisioterapeuta, con conocimientos de anatomía, biomecánica y patología.

No todas las personas tienen el mismo patrón postural, las mismas compensaciones, ni los mismos sistemas inhibidos o sobre-activados. Y no todas las afecciones vertebrales son iguales. Entonces, no podemos hacer el mismo pilates con todas ellas.

Existe una valoración individual en la que se realiza una entrevista para conocer síntomas, patologías, ritmos de vida y actividad, de cada persona.

Habrá una valoración estática, de la postura en bipedestación, y dinámica, para ver como se comporta el core cuando utilizamos las extremidades. Se valora patrón respiratorio y tos.

Diseñamos un programa individualizado, seleccionando los ejercicios y adaptando el método.

Cualquier persona con dolor de espalda, dolores de cabeza, tendinitis de repetición… y patologías crónicas como los procesos reumatológicos, se beneficia de esta práctica. Incluida la hernia discal.

Reeducar la estática libera el segmento vertebral afecto de la sobrecarga que supuso la lesión, evitando su progresión, incluso, favoreciendo su reabsorción.

Pilates terapéutico durante el embarazo

El pilates es una actividad muy recomendada en embarazo y en postparto, con las correspondientes adaptaciones y precauciones. En el embarazo suceden una serie de alteraciones posturales muy significativas. Y distensiones y retracciones musculares importantes. Trabajar el core es imprescindible para minimizar las consecuencias de todas estas alteraciones. Prevenimos la aparición de dolencias típicas, que son consecuencia directa de estos cambios posturales: pubalgías, lumbalgias, síndromes de túnel carpiano… y la diástasis abdominal.

El método se complementa con estiramientos de esas cadenas con tendencia a la retracción, ejercicios de retorno venoso, flexibilización de las articulaciones pélvicas, para favorecer el parto vaginal, y con un trabajo propioceptivo para integrar los cambios en el esquema corporal, y activar la musculatura estática de sostén.

En el postparto el trabajo se centra en el conjunto abdomino-lumbopélvico. Tras una valoración funcional del periné y una valoración de la función abdominal y la coordinación de todo el sistema, toca reeducar el cuerpo a la normalidad (o a la nueva normalidad), desde el patrón respiratorio, hasta los hábitos que tenemos en el baño. Es un tiempo de propiocepción, de escucha y auto(re)conocimiento. Y desde el pilates acompañamos el proceso, minimizando las secuelas del embarazo y el parto.

Una adaptación para trabajar en el embarazo y en el postparto es la incorporación del tronco de eutonía para una mayor regulación del tono perineal. Con el tronco aseguramos una activación coordinada de todo complejo abdomino-lumbopélvico.

En los años que llevo de ejercicio con el método, veo satisfacción en quienes lo practican. El método gusta, es dinámico y ameno, y el cambio en la postura y en el bienestar se aprecia a corto plazo.

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